A todos los que nos apasiona el Coaching, disfrutamos de manera muy grande cuando éste se hace mágico. Uno de esos momentos es cuando se llega a la esencia de la persona, a su verdadero SER, a su motor de ilusiones y sueños.
Como se consigue esto?, pues una de las claves será que entre el Coach y Coachee exista una gran alianza, para que ambos puedan traspasar sus límites y no existan barreras que los limiten.
Uno de los momentos donde aparece la magia del Coaching, es cuando hacemos una exploración al SER del cliente, es decir, cuando este conecta con sus Valores, Visión y Misión de Vida. Porque desde ahí es donde una persona resuena de verdad y puede comenzar a emprender el camino hacia su felicidad y plenitud.
Habitualmente cuando le preguntamos a las personas cuales son sus valores, aparece la confusión , no saben si estamos hablando de ética, moral, de lo que está bien ó mal. Los valores son algo único de la persona, no se juzgan, forman parte de su esencia, es algo suyo y único.
Por ejemplo una persona puede tener como valores a la libertad y a la creatividad, pero en su vida diaria trabaja con tareas vinculadas a la rutina y sistematización de procesos, con lo cual ésa persona vivirá en un estado de frustración constante, ya que no está honrando ninguno de sus dos valores más importantes; libertad y creatividad.
Cuando el coachee logra ver esta falta de sintonía con sus valores, se produce un momento mágico, ya que comienza a sentir el por qué de sus enfados, de sus frustraciones, de su negatividad y actitud mediocre de su vida.
El saber detectar y conocer nuestros valores hace que tomemos conciencia de quién somos realmente y a partir de allí habrá que hacer un proceso de cambios para alinear nuestra vida cotidiana con nuestros valores, de modo que nos sintamos a gusto con lo que hagamos y eso hará que le demos un verdadero sentido a cada cosa que hagamos.
Una vez que tengamos claro cuales son nuestros valores, podremos empezar a construir nuestra Visión de Vida, la que nos indicará, dónde queremos llegar, como queremos vernos dentro de muchos años, quienes nos rodearán, en dónde viviremos, a que nos dedicaremos. El definirla y alinearla a nuestro valores nos permitirá hacer el camino con ilusión y pasión, porque si tenemos una Visión potente, nadie nos detendrá en conseguirla.
Finalmente la Misión de Vida,está vinculada a que huella queremos dejar en esta vida, que impacto queremos provocar, por qué queremos que nos recuerden, la cual estará muy relacionada con nuestros valores y la Visión de Vida.
Este viaje a nuestro SER mediante el Coaching, lo suelo llamar: “el descubrimiento del tridente mágico”, porque en el momento que se descubre y se siente, la vida de la persona en cuestión, cambia por arte de magia. Aparece de golpe la ilusión, los sueños, sube la autoestima, todo cobra sentido y lo más importante, es creer que se puede vivir feliz y en plenitud.
Por Germán Antelo/ Executive Coach