En nuestra sociedad viene siendo cada vez más habitual el divorcio. De hecho en el año 2010 en España la tasa de ruptura matricial era del 61%, y ocupaba el 5º puesto a nivel mundial. No es una cosa de la que estar orgulloso pero sí de la que sacar conclusiones.
Tratar este tema teniendo apenas 32 años y sólo 6 conviviendo con mi mujer es quizás una osadía para muchos de los lectores… Hay quien dirá, “espera 20 años más y ya me contarás”, o “yo a tu edad era muy feliz con mi pareja”, o incluso “espera a que tu mujer se convierta en el vivo reflejo de tu suegra y ya me dirás…”. En apenas 6 años ya hemos tenido algunas ocasiones en las que habríamos podido finalizar el matrimonio, y estoy convencido que el destino nos pondrá muchas otras pruebas en el futuro, pero la decisión final está en nuestras manos.
Según estudios de John Gottman, el 69% de los problemas maritales son “perpetuos”, es decir que aunque se pueden trabajar mediante el diálogo, no pueden “curarse”. Las aparentes diferencias irreconciliables a menudo no son más que malos entendidos, apreciaciones equivocadas o mera indiferencia, así que finalizar una relación por estas diferencias, simplemente provoca que se obtengan un nuevo conjunto de problemas “perpetuos” distintos con la nueva pareja. De aquí que los segundos matrimonios tengan una tasa de divorcio aún mayor que los primeros.
Gottman en el año 1972 creó un centro para investigar las relaciones de pareja en Seattle (EE.UU). En 28 años cuando publicó sus estudios, había trabajado con más de 650 parejas y era capaz de predecir el divorcio con una eficacia del 91%. En la actualidad el Instituto Gottman ha trabajado con miles de parejas de alrededor del mundo.
¿Pero qué es lo que hacían Gottman y sus colaboradores para poder sacar estas conclusiones? Pues muy sencillo, invitaba a las parejas a que pasaran un fin de semana en un piso idílico en el centro de Seattle. El piso estaba lleno de cámaras que les controlaban durante 9 horas al día. Lógicamente las parejas sabían que estaban siendo observados, y se les pedía que hicieran vida normal. Durante la noche no se les observaba, al igual que mientras usaban el baño.
Mediante la observación de lo que funcionaba y lo que no funcionaba en las relaciones, Gottman sacó una serie de conclusiones que le permitían en pocos minutos predecir el final de esa relación.
Gottman afirma que hay 3 formas de mejorar las relaciones en los matrimonios:
- Aumentar la positividad general de la relación: Los matrimonios estables tienen una proporción de 5 a 1 en interacciones positivas/negativas. Mientras que los matrimonios que fracasaron la tasa era de 1 a 1. Así que lo más eficaz es mejorar la base amistosa de la relación.
- Reducir el afecto negativo durante el conflicto: En todas las relaciones hay cuatro comportamientos que pueden provocar que las relaciones se deterioren. En la terminología del coaching de relaciones los llamamos los cuatro Jinetes del Apocalipsis, y son:
- La Crítica o Culpa que engloba el acoso psicológico, la dominación o la crítica destructiva, se dan con frecuencia, y hacen que la otra persona se sienta atacada, rechazada y herida, y pueden llevar a la pareja a caer en una dinámica en la que estos comportamientos se producen cada vez con más frecuencia.
- La Defensividad engloba el desviar la atención o el no estar abierto a la influencia del otro, y consiste en buscar excusas y no aceptar la responsabilidad de nuestra conducta. Las excusas transmiten a la otra persona el mensaje de que no la tomamos en serio, intentando hacer que crea algo que no es cierto.
- El Amurallamiento o Blindaje engloba retirarse de la interacción con tu pareja, dejar de responder, dejar de escucharle, mirar hacia otro lado y levantar un muro entre ambos. En vez de afrontar el problema, se recurre a maniobras evasivas como dar la espalda, desconectar de la interacción, actuar como si estuvieras ocupado, etc.
- El Desdén o Desprecio engloba las burlas, el insulto, los comentarios para ridiculizar a la otra persona o hacer que se sienta estúpida o inferior, los insultos, las imitaciones en forma de burla o ironía, o ciertos gestos que indican rechazo, como desviar la mirada con desprecio.
- Aumentar el afecto positivo durante la resolución de conflictos: Utilizar el humor, ofertas de reparación eficaces, aceptación de la influencia del otro, afecto y capacidad para el diálogo son básicas para resolver satisfactoriamente el conflicto.
Seguramente más de uno dirá: “Todo esto está muy bien, pero, ¿qué puedo hacer yo para incrementar la positividad en mi relación?”.
Me temo que la respuesta a esta pregunta la tendrá que encontrar cada uno. Para ello escribo a continuación una serie de preguntas que deben responderse de corazón y deberían ayudarnos a tomar conciencia de nuestra relación.
- ¿Qué circunstancias os unieron?
- ¿Qué es lo que te enamoró de tu pareja?
- ¿Cuáles fueron las primeras experiencias impactantes?
- ¿Qué es lo que amas/admiras/aprecias de tu pareja en la actualidad?
- ¿Qué hay de único en vuestra relación?
- ¿Cuál sería una palabra/cuento/metáfora que describiera lo mejor de vuestra relación?
- ¿Cómo sería contarle a tu pareja lo que ha respondido en las preguntas anteriores?
Según el doctor Gottman, la clave para mantener una relación de pareja sana estriba en saber escuchar y comprender al otro.
Hay que aprender a cuidar los pequeños detalles para sortear el riesgo de ahogarnos en un vaso de agua.
Por Eduard Carol Pérez/ Program Manager, Co-Active Coach & Leader, & ORSCer